Reductio ad realitas

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Suicidio

Poco interesante es la vida si el inevitable final es sabido de antemano: todos nos vamos a morir. La mayoría de las personas está en la etapa 1 ante esta realidad: negación, vivir es lo importante. Ven la muerte como algo lejano y de poca relevancia, solo por el miedo a lo desconocido. Para que mencionar las descabelladas ideas que monjes meten en sus cabezas, ya que hasta el padre hurtado era un pecador seguro de ir al infierno.
Después de aceptar la inevitable muerte queda una razonable pregunta: ¿Qué hago al respecto? Esperarla bajo la aterradora incertidumbre es la respuesta de la mayoría de las personas, yo propongo una idea diferente y responsable, el suicidio.
La cultura imperante, actualmente, considera el suicidio coma la salida fácil y cobarde a las dificultades de la vida. Se cree que terminar con su propia vida es un acto egoísta ya que se abandona a los seres queridos. Hay incluso quienes piensan que el suicidio es algo inmoral y erróneo, pues nuestras vidas no nos pertenecen (mega paradoja).
Si alguien desea morir es mirado como enfermo y obligado a tratamiento. Se corona y alaba a gente que siendo incapaz de seguir con vida, su voluntad los impulsa a sobrevivir por doloroso o vergonzoso que esto sea. Para mí, el suicidio o mejor dicho el control de la muerte es la mejor y altiva forma de desaparecer, a continuación intentaré exponer mis bases para tan descabellada idea.
Ciertamente estoy de acuerdo con los detractores del suicidio en un solo punto: es extremadamente antinatural quitarse la vida, no conozco ejemplos en la naturaleza de semejante comportamiento. Sin embargo, siendo frío y calculador, es la más conveniente forma de morir debido a que puedes controlar los factores involucrados.
Asumiendo que nos vamos a morir y que nuestra vida nos pertenece, no queda otra que darle vueltas al asunto de dejar de existir. La primera opción que aparece es esperarla en absoluta incertidumbre, lo que será será. Personalmente detesto esta opción, me perturba dejar las condiciones de mi muerte al azar !Es demasiado importante! Obviamente comprendo que es imposible controlar al 100% como morir, en este momento podría caerme un meteorito y desaparecer instantáneamente, sin embargo esto no implica que no pueda prepararme mentalmente para ser capaz de controlar los factores que estén en mi rango de alcance de poder.
Suena bastante elemental el último párrafo, no obstante determina dos condiciones potencialmente muy provechosas:

La primera es la tranquilidad mental de liberarse de un axioma instintivo, tengo seguridad de poder suicidarme si no estoy satisfecho con mi situación actual, si el día de mañana se me caen las piernas no estoy obligado por una máxima a soportar lo que sea: implica que no puedo ser esclavo.
Esta primera condición requiere estar preparado no solo psicológicamente sino además físicamente. Debo poder efectuar el acto de suicidarme de una manera preseleccionada, esto significa estar de acuerdo con los cercanos a que hacer si quedo vegetal, a tener acceso a una dosis mortal de morfina o a una pastilla de la CIA para casos de emergencia, etc.

La segunda es que tu vida gana valor cuantificable, debes ser capaz de apostarlo si las condiciones son favorables. Por ejemplo: si te ofrecen mil millones de dólares contra tu vida en una apuesta de 1:1.000, o sea, una de mil te mueres y 999 de mil te vas a tu casa con mil millones de dólares. Las probabilidades de la apuesta las pone uno dependiendo de cuanto tienes que perder, lo importante es tu capacidad de tomar la apuesta.

Este escrito, nació de una historia que leí hace un tiempo que habla sobre un hombre muy desdichado que comenta: “lo único peor que mi situación sería estar en la cárcel” en ese momento decide atracar un banco y después de lograrlo, mientras huía con el dinero, piensa “me alegra estar vivo, en todo caso era un gana o gana”.

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